El alcalde de Santa Cruz de la Zarza, Tomás Lorenzo, y el diputado provincial de Izquierda Unida en Toledo, Mario García, han participado en la concentración convocada para solicitar al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana el mantenimiento de la línea de tren convencional que une Madrid con Cuenca y con Valencia, y que atraviesa varios municipios de Toledo.
Ambos cargos políticos han destacado "la importancia de preservar un trazado que lleva años vertebrando esta zona de la provincia de Toledo" y que con la decisión de clausurarla deja, a su juicio, "a esta comarca sin una comunicación sostenible, social y ya amortizada".
"La cerrazón del Ministerio supone un daño irreparable para nuestros pueblos", lamenta Lorenzo, quien dice que hasta ahora "han vivido en torno al tren y a sus posibilidades de conexión". Por ello, insiste en exigir "un cambio en la posición tomada por los socialistas en el Gobierno y en la Junta que favorezca el transporte de los ciudadanos de la región protegiendo, además, el medioambiente de la zona".
No en vano, "la situación de emergencia climática que vive este planeta, y que es cada vez más evidente, obliga a invertir en ferrocarril evitando en lo posible la emisión de gases que produce el transporte por carretera", agrega. "Es justo lo contrario que se pretende con el proyecto de cierre de la línea ferroviaria de Cuenca, decisión ante la que nos oponemos de manera tajante, ya que pone en serio peligro la supervivencia de esta provincia", apunta el alcalde.
En este sentido, apuntan que mientras "en otros países de la Unión Europea se apuesta e invierte en un medio de transporte barato y ecológicamente sostenible, en España, el Ministerio de Transportes, de la mano de la Junta de Comunidades y de la Diputación y el Ayuntamiento de Cuenca, no sólo no invierten sino que quieren desmantelarlo".
Por su parte, Mario García insiste en denunciar que "la clausura de las líneas ferroviarias supone un retroceso porque la alternativa ofertada por parte del Ministerio es la puesta en marcha de líneas de autobuses que, claro está, utilizan combustibles fósiles".
"Este contrasentido en materia ambiental se une", afirma el diputado, "al abandono que supone la eliminación de esta línea de tren para los residentes de zonas en las que el desplazamiento puede suponer un verdadero problema". Un asunto que a su parecer el Gobierno regional debería analizar "porque aunque vende allá por donde va su Ley de Despoblación, lo cierto es que luchar contra el abandono de esta tierra y la despoblación pasa por apostar por infraestructuras como el tren".