La Diputación de Toledo ha presentado el proyecto de construcción de la nueva Unidad de Daño Cerebral Adquirido en la Residencia Social Asistida (RSA) San José, con una inversión global que superará los 10 millones de euros cuando la unidad esté finalizada y en funcionamiento, financiada íntegramente con fondos propios de la Diputación.
Se trata de "un recurso que reforzará la atención especializada a los pacientes y el acompañamiento a sus familias en la provincia". Durante el tiempo que dure el tratamiento, el paciente ingresado disfrutará de una "estancia cómoda e íntima en habitación individual domotizada con terraza orientada al sur con vistas hacia el río y a la ciudad de Toledo".
Contará con 40 plazas de ingreso y una Unidad de Rehabilitación Ambulatoria u Hospital de Día, para entre 200 y 400 pacientes al año; un equipo multidisciplinar y espacios accesibles, luminosos y diseñados para favorecer la recuperación integral.

"No se trata solo de rehabilitación física: buscamos también la reinserción social, laboral y personal de los pacientes, acompañando a ellos y a sus familias en un proceso que devuelve esperanza, autonomía y dignidad", ha indicado la presidenta de la Diputación, Conchi Cedillo.
"Un símbolo de esperanza"
Cedillo ha dicho que "invertir en la salud y el bienestar de las personas es invertir en la dignidad y el progreso de toda la provincia" y que este centro será "un símbolo de esperanza, una promesa de acompañamiento y una garantía de que nadie queda atrás".
Y se ha referido a este proyecto como parte del proceso de modernización y humanización que su Gobierno lleva a cabo en la Residencia Social Asistida "que incluye también la Unidad de Cuidados Paliativos, la reforma de los comedores del Pabellón 2, la mejora de accesibilidad y de los espacios comunes, y otras actuaciones que refuerzan la atención a nuestros pacientes y al conjunto de personas que forman parte de esta gran familia que es la Residencia Social".
La institución provincial está a punto de adjudicar las obras de demolición del antiguo pabellón 3, que se prolongarán aproximadamente dos meses, periodo durante el cual se completarán los trámites administrativos para iniciar la construcción de la unidad.
La presentación ha corrido a cargo de la presidenta de la Diputación, Concepción Cedillo, que ha estado acompañada por miembros de su equipo de Gobierno, coincidiendo con la conmemoración del Día Internacional del Daño Cerebral Adquirido, celebrado el pasado 26 de octubre, "para visibilizar una causa que necesita toda nuestra atención, empatía y sensibilidad", según ha destacado.
Durante el acto, Cedillo ha presentado oficialmente el proyecto de la nueva unidad, basado en la exposición del arquitecto Ramón Lahoz, en representación de su estudio, encargado de la obra. La presidenta ha subrayado que el diseño será "moderno, funcional y sostenible, pensado para atender a las necesidades de los pacientes y sus familias".
Dos unidades, salas de estar y visitas de familiares
Por su parte, el arquitecto Ramón Lahoz ha detallado que la superficie destinada a hospitalización supone 1.600 m2, distribuidos en dos unidades de 20 habitaciones cada una, además de salas de estar y visitas de familiares.
Unas modernas instalaciones dotadas con equipos de alta tecnología para rehabilitación integral, neuroestimulación, logopedia, entra las que destaca: gimnasio de 200 m2, zona atención ambulatoria y piscina terapéutica, con hidroterapia, grúa de techo y elevador.
El edificio cuenta con 2.700 m2 de superficie exterior, que se acondicionaran para tener accesos cómodos de pacientes ambulatorios, por el norte y un jardín terapéutico y descanso en el sur, entendiendo que el contacto con la naturaleza y el paisaje contribuye al bienestar y a la recuperación.
UDACE cuenta con una superficie construida total de 5.885 m2, y está diseñada con criterios de accesibilidad universal, eficiencia y bajo consumo, una arquitectura sostenible que impulsa la rehabilitación y el bienestar.
Transformación histórica
Cedillo ha querido remarcar el valor social del proyecto, afirmando que "cada año, miles de personas sufren un ictus, un accidente de tráfico, un traumatismo o una enfermedad neurodegenerativa que altera su vida de manera brusca".
"Hasta ahora, muchos pacientes debían desplazarse fuera de Toledo para recibir atención especializada. Esos desplazamientos forzosos no son solo kilómetros de distancia: son días de angustia, noches sin descanso, rutinas rotas y esperanzas que se tambalean", agrega.









