El Partido Animalista Contra el Maltrato Animal (PACMA) ha tachado de "desolador, repugnante y acabado" el I Encuentro Internacional de Escuelas Taurinas celebrado en Toledo, organizado por la comunidad de Propietarios de la Plaza de Toros de Toledo y la Escuela Taurina Domingo Ortega. La formación también ha resaltado que el recinto permaneció "casi vacío" mientras "varios menores" aprendían a "atinar con la espada para matar a los becerros".
Esto, mientras la entrada al evento era gratuita, y sólo hacía falta una aportación para el Banco de Alimentos. "Sabemos que los datos de la tauromaquia reflejan una marcada tendencia a la extinción, pero no nos imaginamos que en una ciudad de tal arraigo taurino como Toledo ya se le diese la espalda de esta manera", apuntan.
Añaden que "es normal" que cada vez menos gente acuda a estos espectáculos por lo "desagradables e hirientes" que son. En las imágenes se aprecia cómo los becerros, de pequeño tamaño, intentan defenderse y escaparse de constantes asedios hasta que los aprendices, algunos de ellos niños de menos de 18 años, aciertan con el estoque.
PACMA ha lamentado igualmente que España esté "a años luz" de cumplir las indicaciones de las Naciones Unidas en relación a la protección de menores frente a la tauromaquia. Así lo ha señalado en el informe que presentaron ante el Comité de Derechos del Niño de las Naciones Unidas, que titulan 'Desprotección de la infancia frente a la violencia de la tauromaquia en España'. En el documento afirman que se demuestra cómo España "no solo ha incumplido el requerimiento del Comité de alejar a los niños de la tauromaquia, sino que ignora deliberadamente dicha indicación".
"Respecto a las escuelas taurinas, Andalucía, Aragón y País Vasco establecen, respectivamente, la edad mínima de 10 y 12 años para poder ser alumno. En el resto de comunidades no hay una edad mínima para poder empezar a ser instruido en el toreo. Además, los y las menores a partir de los 14 años pueden ya participar en las clases prácticas, en las que se utilizan armas como puyas, banderillas, estoques o puntillas con los animales", expone Eva Ramos, asesora jurídica de PACMA. De todos modos, concluyen que "la tauromaquia no tendrá cabida en el futuro; entre otras cosas, porque no tendrá prácticamente relevo generacional ni público de aquí a unos años".