Desempleados y jubilados gestionan 62 huertos urbanos en Villacañas

Un gran solar municipal, ubicado a la espalda de la Piscina Municipal de Villacañas, acoge desde hace un mes a 62 vecinos que cultivan una pequeña parcela de tierra para producir hortalizas, frutas y verduras para su consumo familiar. Son desempleados y jubilados que han recibido uno de los huertos urbanos municipales que, después de dos años en un solar que ya se había quedado pequeño, acaban de trasladarse a este nuevo emplazamiento en la falta de la sierra.

El alcalde, Santiago García Aranda, visitó estos huertos urbanos, en los que ya se han realizado las plantaciones de los cultivos que se recogerán durante este verano, y pudo charlar con algunos de los vecinos que realizaban distintas tareas en sus parcelas. La iniciativa se puso en marcha hace dos años en una parcela ubicada en la calle Anchuras, en la que se ubicaron 34 huertos, que se concedieron todos a lo largo del primer año. Hoy, en la nueva ubicación, el número total de huertos puestos a disposición de los vecinos asciende a 62.

El objetivo de esta iniciativa sigue siendo el de proporcionar a vecinos desempleados y jubilados una pequeña parcela para su uso como huerto para consumo familiar, apoyando así su economía doméstica, a la vez que se genera un entorno social y colaborativo muy interesante. El hecho, destaca Santiago García Aranda, de que se haya alcanzado la importante cifra de más de 60 huertos ya en funcionamiento "ejemplifica a la perfección que la iniciativa se ha consolidado en estos dos años".

El Ayuntamiento de Villacañas ha preparado estos nuevos huertos urbanos para su uso, con la realización de labores de explanación del terreno, vallado de la parcela, iluminación, abonado y fertilización de la tierra, así como distribución de los huertos, que cuentan también con una red general de riego, que en cada parcela se realiza por goteo. Los beneficiarios de estos huertos aportan una cuota anual de 25 euros, excepto en los casos en los que se trate de desempleados que no cobren prestaciones ni subsidios, y reciben la concesión por un plazo de dos años, prorrogable por dos años más.