La Guardia Civil, en el marco de la Operación Cirujano, ha detenido a cuatro hombres con edades comprendidas entre los 19 y los 35 años por los delitos de simulación de delito, amenazas y coacciones. Estos delincuentes planificaron el secuestro de un conocido para conseguir el dinero que éste acababa de conseguir por una herencia.
El pasado mes de septiembre, la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil (UOPJ) de Toledo tuvo conocimiento a través de la denuncia interpuesta por dos hombres, de unos hechos muy graves ocurridos en la localidad de Villamiel. Supuestamente unos delincuentes habían intentado secuestrar a uno de los denunciantes, y al no conseguirlo se llevaron al otro, al que posteriormente dejaron abandonado en la explanada de un restaurante de Toledo. Las investigaciones de la Guardia Civil demostraron que esta persona estaba compinchada con los presuntos secuestradores.
Según informó una de estas personas (la única víctima de estos hechos), cuando se encontraba en su domicilio de la localidad de Villamiel, vio desde el interior a dos hombres en la vía pública que levantaron sus sospechas. Poco después escuchó el claxon del coche de su amigo (el otro denunciante), el cual le había llamado previamente para comunicarle que iba a su encuentro y que saliera de la vivienda cuando él pitara, ha informado la Guardia Civil en nota de prensa.
Cuando esta persona salió a su encuentro, uno de los hombres que había visto anteriormente se acercó a él y le pidió un cigarro, pero inmediatamente extrajo un arma de fuego de entre su ropa con la que le apuntó, momento en el que salió corriendo y se refugió en el interior de su domicilio. A continuación pudo observar cómo este delincuente se subía al muro perimetral y continuaba apuntando en su dirección mientras profería amenazas en su contra para que abriera la puerta y saliera.
Mientras esto ocurría, supuestamente el otro delincuente sujetó por el brazo a su amigo y amenazó con pegarle un tiro si no salía de la vivienda y les abonaba una determinada cantidad de dinero. A continuación estos hombres se subieron en el vehículo de su amigo y supuestamente le obligaron a conducir para huir del lugar, sin dejar en ningún momento de proferir amenazas de muerte. Minutos después le dejaron abandonado en la explanada de un restaurante de la localidad de Toledo.
El Grupo de Personas de la UOPJ de la Guardia Civil de Toledo, que se hizo cargo de la investigación de estos hechos por los delitos de amenazas, coacciones y detención ilegal, confirmó que ambos denunciantes tenían una importante cantidad de antecedentes delictivos y que esta circunstancia podía estar relacionada con los hechos denunciados por alguna deuda contraída.
Arduo trabajo de investigación
Tras poco más de dos meses en los que la Guardia Civil ha realizado un arduo trabajo de investigación, los agentes evidenciaron que se trataba de un plan tramado desde el principio por el supuesto secuestrado. Este hombre contactó con los asaltantes para que cuando él llegara a la vivienda de Villamiel y saliera su amigo y única víctima, le amenazaran para conseguir que les entregara un dinero que éste había conseguido tras la venta de una propiedad que acababa de heredar.
Al no salir el plan como estaba previsto, estos tres hombres fueron improvisando el resto de los movimientos. El falso secuestrado, después de interponer la denuncia, llegó a recoger a sus dos cómplices y los llevó hasta la localidad ciudadrealeña de Daimiel donde residían.
Una vez que los investigadores de la UOPJ obtuvieron todas las evidencias, solicitaron a la Autoridad Judicial correspondiente la autorización de entrada y registro para cuatro viviendas, en las localidades de Bargas, Yuncler y dos en Daimiel.
Los registros se llevaron a cabo de forma simultanea con la colaboración de las USECIC de las Comandancias de Toledo y Ciudad Real y el Servicio Cinológico del Pardo con un perro especialista en localización de armas, además de varias patrullas de Seguridad Ciudadana, y los investigadores de la UOPJ Guardia Civil hallaron cinco armas de fuego simuladas tipo 'airsoft' y numerosa documentación relacionada con estos hechos.
Tras los registros los agentes procedieron a la detención de los dos supuestos secuestradores, el falso secuestrado y un cuatro hombre amigo de la víctima y del falso secuestrado, el cual era conocedor y cómplice del plan urdido para el reparto del dinero. Todos ellos, de nacionalidad española y con un dilatado expediente policial, fueron puestos a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Guardia correspondiente de Toledo por los delitos de denuncia falsa, amenazas y coacciones.