La Policía Nacional ha detenido a cuatro personas como presuntos responsables de una trama dedicada a la reagrupación ilegal de inmigrantes procedentes de Bangladesh, una operación en la que también hay más de 200 personas investigadas.
Así lo ha anunciado la delegada del Gobierno en Castilla-La Mancha, Milagros Tolón, este viernes en rueda de prensa, donde ha desgranado que esta trama, descubierta gracias a la operación 'Bengala' de la Policía Nacional, tenía su epicentro en Talavera de la Reina, Toledo y Madrid.
Según ha señalado la delegada, los responsables de la trama habrían facilitado el reagrupamiento ilegal de unas 600 personas cobrándoles por ello precios de entre 1.200 y 2.000 euros por persona, lo que arroja que habrían obtenido un beneficio de entre 900.000 y 1.200.000 euros.
Los detenidos, ha expuesto, son un matrimonio responsable de una inmobiliaria en Talavera, quienes serían los principales líderes de la trama; una notaria; y un abogado con un despacho en Toledo.
A estas personas, ha añadido, se les atribuyen los presuntos delitos de falsedad documental, pertenencia a grupo criminal y favorecer la inmigración ilegal.
Inicio de las investigaciones
El punto de partida de las investigaciones se producía cuando los agentes observaron una llegada "continua" a la estación de autobuses de Talavera de ciudadanos originarios de Bangladesh procedentes de Madrid con documentación, que luego volvían a la capital el mismo día.
Las pesquisas permitieron descubrir un entramado "perfectamente organizado" con epicentro en una inmobiliaria talaverana desde la que se falsificaban contratos de alquiler para empadronar de forma fraudulenta a estas personas.
El siguiente paso, ha continuado la delegada, consistía en obtener actas notariales que acreditaban la idoneidad de las viviendas que se usaban para estos empadronamientos fraudulentos, aunque los interesados nunca llegaban a residir en ellas.
Con esta documentación falsa, el grupo solicitaba la reagrupación familiar de los extranjeros a partir de un despacho de abogados de Toledo, que se encargaba de tramitar los expedientes "a sabiendas de que la documentación era fraudulenta".
Además, el entramado contaba también con mediadores y captadores tanto de los domicilios empleados como de las personas interesadas en reagrupar ilegalmente a estos familiares.
Con esta operación, que se ha llevado a cabo en varias fases durante más de un año de investigación, la Policía ha dado "un duro golpe a la inmigración irregular", aunque según ha enfatizado la delegada, no se descartan nuevas detenciones ni ramificaciones de la trama en otras comunidades autónomas.