Vivir en casas sin ascensor o con barreras arquitectónicas sin alternativas para desplazarse -como escalones- convierte esas viviendas en cárceles para las personas con movilidad reducida que se sienten “arrestados en su propia casa” y viviendo un “auténtico drama humano”.
Para denunciar esta situación y exigir soluciones a esta problemática, la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (COCEMFE) ha promovido concentraciones en toda España este miércoles que también se han celebrado en las capitales de la región por medio de una campaña bajo el lema de #Arrestópolis -y también con el lema #micasaNOesmicárcel-, una iniciativa con la que pretenden visibilizar el aislamiento en el que viven muchas personas con discapacidad física.
Este tipo de denuncias también se han llevado a cabo en Toledo, Cuenca, Guadalajara, Albacete y Puertollano, donde representantes de los colectivos de personas con discapacidad que se integran en la federación 'Castilla-La Mancha Inclusiva' han leído manifiestos para visibilizar estas situaciones y reclamar soluciones a las mismas.
Para evitar que haya personas aisladas y solas, a las que les resulta imposible salir solas de su casa porque no pueden sortear infinitas barreras arquitectónicas, los colectivos de personas con discapacidad piden la modificación de la Ley de Propiedad Horizontal para que se “creen entornos que favorezcan la habitabilidad para todos”. Un cambio en la Ley al que tiene que ir aparejado presupuesto con tal de que “se puedan afrontar las obras” que mejoren la accesibilidad a las viviendas y no suponga una carga para la comunidad de vecinos.
En Toledo, una de las tres representantes de los colectivos de personas con discapacidad que han leído estos manifiestos, Marga Girona, presidenta de SFC-SQM Castilla-La Mancha (afectados encefalomielitis miálgica- síndrome de fatiga crónica y de intolerancia química múltiple), abogó por la eliminación de las barreras físicas visibles e invisibles, en su caso a las barreras químicas dañinas para salir de sus casas, únicos “espacios blancos” y que debe de conocerse y tomar conciencia social para que “estos productos químicos nocivos no nos coarten más la autonomía y la libertad a la que tenemos derecho”.
Menos accesibilidad en el medio rural
“El medio rural es tremendamente inaccesible”, ha insistido por su parte el presidente de COCEMFE en Albacete, Enrique Alarcón, que asegura que muchas veces la realidad muestra cómo en un mismo municipio existen plazas totalmente accesibles “pero a solo dos calles no existen aceras, o son muy estrechas, o deformadas por la entrada a los garajes” que les obligan a ir por la calle “lo que supone un peligro para la integridad física”.
Buzones, garajes o jardines comunes
Para certificar la denuncia que se llevado a cabo al unísono en 37 ciudades de España, en los manifiestos que han leído tres representantes han citado algunos de los datos que recoge el último censo de viviendas de 2011, que indica que solo el 22,9% de los edificios eran accesibles en el conjunto del país. Además, lamentan que sólo el 0,6% de los 10 millones de edificios de viviendas de España cumple con la reglamentación.
En este sentido, apuntan que un 63% de los edificios no son accesibles de la calle al portal porque tienen escaleras en ese punto. Solo el 37% restante cuenta con rampas y accesos destinados a personas con discapacidad o de movilidad reducida, tal y como recoge el informe 'La accesibilidad en las viviendas de España', de la Fundación Mutua de Propietarios.
El 64% de los edificios no tienen buzones accesibles desde una silla de ruedas, sólo se consideran accesibles el 54% de las zonas comunes, impidiendo a personas con movilidad reducida disfrutar en igualdad de condiciones de áreas como la piscina o los jardines, y únicamente el 18% de los garajes son plenamente accesibles. (“La accesibilidad en las viviendas de España”. Fundación Mutua de Propietarios).
"El derecho a una vivienda digna es fundamental para poder llevar a cabo una vida normalizada y de la misma manera es imprescindible garantizar el derecho a la movilidad, es decir, a que tú puedas salir y entrar de tu casa de una forma autónoma e independiente", han apuntado en los manifiestos que se han leído los colectivos denunciantes.
Estas dos cuestiones, han recalcado, son "imprescindibles para que nuestro grupo social podamos diseñar nuestro propio modelo de vida". "Necesitamos una casa en la que vivir y necesitamos poder salir y entrar en ella por nosotros mismos y por nosotras mismas, porque, de esta manera, tendremos la posibilidad de acceder a nuestro derecho al trabajo, a nuestro derecho a la educación y, no menos importante, nuestro derecho al ocio", han agregado.