A pesar de las señales luminosas y acústicas de la patrulla policial que le persiguió durante un kilómetro, el conductor de un vehículo en Toledo, que prácticamente cuadriplicó la tasa de alcohol permitido -dio 0,97 miligramos por litro en aire respirado (mg/l) cuando el máximo es 0,25-, afirmó a los agentes de la Policía Local no ser consciente de que le reclamaban que se detuviera.
El conductor, de 33 años, detuvo finalmente el vehículo en la rotonda del Salto del Caballo, después de que los agentes comprobaran cómo el turismo circulaba de forma irregular, acelerando y frenando constantemente, incluso por la mitad de la calzada. En el vehículo se encontraba de copiloto otro varón también bajo la influencia del alcohol.
El turismo tuvo que ser retirado con la grúa municipal y ahora el conductor podría enfrentarse a una pena de presión de 3 a 6 meses, multa de 6 a 12 meses o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días y, en todo caso, a la privación del derecho a conducir de 1 a 4 años, celebrándose para ello un juicio rápido.