La localidad toledana de Consuegra acogerá el rodaje de 'La boda', la ópera prima de Pedro Cenjor que ha escrito un guion junto a Corinna Salerno sobre una historia que va “de lo local a lo universal”. La grabación ha comenzado este lunes 27 de mayo en Motril y la Costa Tropical de Granada y continuará también en Madrid.
Los protagonistas de esta producción son Felisa y Sebastián, encarnados por Elena Furiase y Daniel Chamorro. El reparto se completa con nombres como Margarita Lascoiti, Verónica Ortiz, Bárbara Cuesta, María Jesús Hoyos y Felipe García. Un elenco con amplia trayectoria en varios trabajos de cine y televisión.
La productora, Patricia González (CEO El Sueño Eterno Pictures), explica lo que significa este nuevo proyecto. “Cuando cayó en mis manos el guion de 'La boda' me sorprendió lo que es capaz de hacer el ser humano por aparentar ser lo que no es. Cómo vivimos pendientes de gustar, agradar, o hacer lo políticamente correcto, aunque paguemos un peaje tan alto como no ser feliz nunca”, resalta.
Por su parte, el director Pedro Cenjor, detalla que se trata de una película que “habla de la necesidad de amar y ser amados en entornos en los que las emociones se esconden muy dentro y surge de secretos escondidos y aceptados por los diferentes personajes, cuyas decisiones nos enseñan como emerge la esencia oculta en cada uno de ellos”.
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Sinopsis
Felisa es una mujer de espíritu libre, con los problemas que ello conlleva en un entorno rural. En varias ocasiones se instaló en Madrid, donde las cosas no le fueron bien, viéndose obligada a volver al pueblo, a casa de sus padres. Ya en la cuarentena, sigue dependiendo en gran parte de su madre y de la pensión de viudedad de ésta, ya que lo que ella gana peinando a señoras mayores a domicilio, apenas le da para sus gastos.
Las fiestas de fin de semana y las deudas que mantiene con el dealer del pueblo, la llevan a aceptar matrimonio con Sebastián, hijo soltero de una de sus clientas, con el único propósito de recuperar el dinero gastado en bodas durante toda una vida. Felisa acepta, con el dinero podrá cerrar sus deudas y, por qué no, instalarse de nuevo en Madrid y salir de una vez por todas del pueblo. El plan es perfecto, cada parte se quedará el dinero de sus invitados, y tras el matrimonio se divorciarán. La vida de la pareja cambiará para siempre.