La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) se ha concentrado esta mañana a las puertas de la cárcel de Ocaña, y de otros centros penitenciarios de Castilla-La Mancha, para denunciar la falta de seguridad que padece su personal y para apoyar a las víctimas de agresiones, la última este miércoles en la prisión de Cuenca, ante la que el sindicato denunciará por la vía penal a la Administración penitenciaria.
Desde el sindicato, destacan que "cada 36 horas se produce una agresión en las cárceles españolas, una situación insostenible que requiere de medidas urgentes por parte del Ministerio del Interior, es necesario cumplir con el Protocolo contra las agresiones y reforzar inmediatamente la seguridad en los centros penitenciarios”, ha sostenido el responsable nacional de Instituciones Penitenciarias de CSIF, Jorge Vilas, en la concentración desarrollada a las puertas del Centro Penitenciario de Cuenca.
En este sentido, Vilas ha avanzado que se presentará una denuncia por lo penal tras el “intento de homicidio al funcionario de prisiones de la cárcel de Cuenca”, ya que este centro no reúne las características para acoger un preso de las características del agresor, lo que “ha sido una absoluta negligencia”.
Durante las concentraciones, en las que se ha llevado a cabo un paro de quince minutos en los seis centros penitenciarios de la región, también se ha recordado el déficit de personal y el envejecimiento de unas plantillas que tienen una media de edad de 55 años. “Hay que renovar y reforzar las plantillas, pero también formar a los funcionarios para actuar adecuadamente ante internos peligrosos o en situaciones de riesgo y mejorar los medios coercitivos”.