Las labores de búsqueda en el Ecoparque de Toledo del cuerpo de Ángel, un niño de 11 años que desapareció junto a su primo el pasado 10 de diciembre en el distrito madrileño de Carabanchel, han comenzado sobre las 7.30 horas de este martes, tal y como han informado a Europa Press fuentes de la Policía Nacional.
La unidad de guías caninos, que depende de la Comisaría General de Seguridad Ciudadana y tiene a dos perros especializados en la búsqueda de personas, ha sido la primera en entrar a trabajar en el Ecoparque de Toledo con el fin de encontrar al pequeño. Sin embargo, "no ha habido ningún hallazgo positivo", según ha informado la portavoz de la Policía Nacional, Ana Rosa Martín, en declaraciones a los medios a las puertas del basurero.
Tras este resultado, se ha decidido que entre a trabajar en la zona una retroexcavadora que está buscando en el apartado de residuos y que está auxiliada por otra máquina que va retirando los residuos que ya están descartados. Posteriormente, se valorará, "si fuese oportuno", que los guías caninos volviesen a hacer otra pasada, según ha comentado Martín.
Asimismo, la portavoz de la Policía Nacional ha explicado que es "muy difícil" determinar la duración de los trabajos que se han iniciado hoy porque "hay muchísima cantidad de residuos". "Estamos hablando de unas 9.000 o 10.000 toneladas aproximadamente".
Hay diversas unidades trabajando de "una forma coordinada", entre las que se encuentran investigadores de la unidad central de la atención a la familia y a la mujer, investigadores de la brigada provincial de policía judicial de Toledo y de Madrid, así como de la Villa de Vallecas.
Se está buscando en la zona que está acotada desde el día 15 donde apareció "el pequeño Fernando". Se trata de una extensión similar a la de un campo de fútbol y que tiene mucha profundidad.
Según la portavoz policial, la búsqueda de Ángel es "difícil y complicada" y requiere de mucha infraestructura y de planificación y se está haciendo "todo lo posible". Recuerda que la investigación se encuentra bajo secreto de sumario, por lo que, por el momento, no se puede dar ningún detalle para no perjudicar las investigaciones.
La búsqueda se centra en el Ecoparque de Toledo, porque "la principal hipótesis" es que Fernando y Ángel "estuvieran juntos", aunque "no se descartan otras hipótesis", y se sigue trabajando en ello. Existen varias líneas de investigación, "ninguna descartada al cien por cien", ha dejado claro la portavoz policial.
El Juzgado de Instrucción número 3 de Toledo dictó el pasado jueves un auto en el autorizaba la paralización de la actividad del Ecoparque tras la aparición del cadáver de Fernando, primo de Ángel. El cuerpo del joven de 17 años se encontraba el pasado 15 de diciembre y se confirmaba su identidad a través de la autopsia. Se han remitido pruebas médico forenses complementarias al Instituto Nacional de Toxicología para su estudio y una vez haya resultado de dichas pruebas complementarias, y en el momento procesal oportuno, el Instituto de Medicina Legal de Toledo realizará el informe de autopsia definitivo.
El dispositivo estará coordinado por la UFAM central de la Policía Nacional y la investigación será llevada por las policías judiciales de Toledo y Madrid.
Hipótesis de lo sucedido
La Policía Nacional confirmaba que el cuerpo de Fernando no presentaba signos de violencia, pero sí lesiones que podrían ser propias de las máquinas de basura.
Los resultados de la necropsia apuntan a que podría haber muerto ahogado o asfixiado, y no hay signos de homicidio. El cadáver no estaba descuartizado, sino íntegro, y el joven no murió el mismo día de su desaparición, han informado a Europa Press fuentes policiales.
El cadáver de Fernando fue hallado por unos operarios en un cinta transportadora del vertedero pero no fue identificado hasta este miércoles 21 de diciembre, gracias a las pruebas de ADN realizadas y las huellas dactilares cotejadas con las que aparecen en su DNI.
Los familiares de los menores interpusieron una denuncia el mismo 10 de diciembre ante la comisaría de Villa de Vallecas. A Ángel y Fernando se les perdió la pista ese día en la calle General Ricardos. Los chicos habían salido a comprar junto a su padre que se desvió para acudir a una lavandería y cuando volvió ya no estaban.
Según las primeras investigaciones, cogieron la estación del Metro de Oporto y, tras gestiones indeterminadas aún, acabaron en la estación de autobuses de Toledo, ciudad donde vivía una antigua novia o amiga de Fernando. Varias imágenes de cámaras de seguridad confirman su presencia en la ciudad manchega.
La hipótesis que más fuerza gana entre la Policía es que los jóvenes, ya que no tenían dinero para un hostal, podrían haberse refugiado del frío y la lluvia en un contenedor, donde podrían haber acabado durmiendo. Entonces, dicho contenedor fue recogido por el camión de basura y el chico podría haber muerto aplastado o asfixiado tras caer dentro.
El cuerpo de Fernando será enterrado previsiblemente a primera hora de la tarde de este viernes, 30 de diciembre, en el cementerio de Carabanchel. La familia ha pedido ayuda económica para financiar el traslado desde Toledo a la capital y para el sepelio a través de las redes sociales.