Los seis trabajadores de la empresa ‘Toletum’, adjudicataria de la explotación de la línea regular de autobuses Toledo-Talavera y Talavera-Toledo, llevan sin cobrar sus nóminas desde el pasado mes de julio, según ha denunciado CCOO, que subraya que tampoco han cobrado los atrasos de convenio acumulados desde enero.
Hace unos días, subraya el sindicato, la empresa les abonó "500 euros ‘a cuenta’ de lo mucho que les debe". "Desde hace al menos dos años, esta es la práctica habitual de ‘Toletum’, compañía integrada por las empresas Cevesa, Samar, Hermanos Álvarez y Demetrio Álvarez", señala Enrique Clavero, secretario general de la Federación de Servicios a la Ciudadanía (FSC) de CCOO en Toledo.
“La empresa alega que no tiene dinero y que va pagando lo que puede: unos meses un poco, otros nada. No sabemos si es o no es cierto, pero sí sabemos que los no tienen dinero son los trabajadores, y no por ello pueden dejar de pagar las letras, las facturas o la compra", lamenta Clavero, que asevera que "esto no puede seguir así".
“Aquí hay seis trabajadores que tienen cada día que ponerse a conducir un autobús con el estrés de no saber cómo van a pagar la hipoteca, la luz, la comida y la ropa de sus hijos”, advierto Clavero sobre la situación de los conductores con esta compañía a la que ya demandaron.
Piden a Fomento "tomar cartas en el asunto"
Por ello, han solicitado a la Consejería de Fomento que "tome cartas en el asunto". "Si realmente la concesión de esta línea no es viable, que elabore un nuevo pliego y vuelva a sacarla a concurso. Pero lo que la Administración no puede consentir es que una empresa adjudicataria de un servicio público incumpla todos los meses su primera responsabilidad patronal, que es pagar las nóminas a sus empleados”, agrega el representante de CCOO.
“Exigimos soluciones de inmediato. Si los impagos salariales persisten, tendremos que ir a la huelga indefinida; porque la situación es insostenible para los trabajadores. Y porque trasladar pasajeros en estas condiciones de incertidumbre económica, de miedo cierto al desahucio, a no poder sacar adelante a la familia, supone incluso un grave riesgo para la seguridad de los conductores y de los viajeros", concluye Clavero.