El Gobierno de Castilla-La Mancha se ha mostrado “moderadamente satisfecho” por la decisión del Ministerio de Sanidad de que solamente las provincias de Guadalajara y Cuenca pasen a la fase 1 de la desescalada el próximo lunes, día 11 de mayo. El consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, ha considerado esta postura como "más conservadora" que la idea inicial de la comunidad autónoma, pero confía en que Albacete, Ciudad Real y Toledo se sumen a la siguiente fase con una semana de retraso, es decir, el lunes 18 de mayo.
A este respecto, ha recalcado que las provincias que se quedan en fase 0 son precisamente las que tienen mayor población y también más núcleos poblacionales concentrados. Ha remarcado que los datos en Castilla-La Mancha son "buenos" a tenor de los antecedentes, aunque "es verdad que nos han hecho incorporar datos de más atrás para hacer valoración más a largo plazo y pensar en el futuro".
Precisamente en la rueda de prensa que simultáneamente realizaba el Gobierno central, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, aseguraba que hasta este viernes había más provincias de Castilla-La Mancha, además de Guadalajara y Cuenca, que estaban preparadas para pasar a fase 1 de desescalada, pero que han sido los últimos datos recabados gracias al "gran esfuerzo" de los técnicos de la comunidad autónoma, los que han proponer solo a los dos territorios menos poblados.
Así, a lo largo del día de hoy, la información nueva recibida desde Castilla-La Mancha ha provocado que una decisión inicial que incluía a más provincias se haya quedado finalmente en solo dos: "Las dos que tenían una situación más adecuada". En todo caso, ha insistido en que estas decisiones se toman bajo una "sensación de responsabilidad importante".