Fue una increíble aventura, y gracias a un diario de vida, ahora se puede leer en una novela gráfica. Se trata de la historia del capitán Boyton, un irlandés que acometió la hazaña (o la locura) de recorrer los cientos de kilómetros entre Toledo y Lisboa por el río Tajo sin un vehículo. Lo hizo embutido en un traje de caucho hinchable y un remo. En 'La increíble aventura del capitán Boyton' (Extremeño, 2023), su autor Enrique Rodríguez ha ilustrado la vida de este hombre que dejó su huella aventurera por donde fuese que pasó.
La edición del tomo ha sido posible con el apoyo de la Diputación de Toledo y la Confederación Hidrográfica del Tajo, que ha celebrado un acto de presentación con motivo del Día del Libro en la Universidad de Castilla-La Mancha. En el acto intervino el director de Programas de Áreas Protegidas de la Junta de Extremadura, Atanasio Fernández, quien ha estudiado hasta la saciedad la vida de Boyton, y en concreto su paso por el río Tajo.
Fernández destacó que fue este hombre uno de los que desafió la “quimera” de navegar por el río Tajo. Fernández se declara un fascinado por la historia de este aventurero, y ha realizado un seguimiento exhaustivo de todas sus historias, sobre todo para reivindicar las “grandes hazañas” que le llevaron a tener una “entrañable relación” con el río Tajo.
Incluso Julio Verne ha recordado la vida de este hombre, y en concreto sus aparatos que le permitían ser impermeables al agua, aunque no al frío. En el libro se explica cómo su travesía desde Toledo a Lisboa comenzó en la boda de Alfonso II, en 1878, donde consiguió el apoyo del monarca. A finales del mes de enero de ese año, Boyton se lanza al río, y pasa por varias localidades, como la Puebla de Montalbán, el Puente del Arzobispo, Talavera de la Reina, Almaraz o Alcántara, incluso por los paisajes del Parque Nacional de Monfragüe.
El libro de Enrique Rodríguez relata cómo en su paso por las localidades la gente salía a recibir al "americano", incluso en ocasiones con bailes tradicionales, como ocurre según la narración en Talavera de la Reina o en la localidad extremeña de Alcántara, donde también acudió a un espectáculo teatral. Su ruta por el río le permitió realizar una suerte de turismo rural de finales del siglo XIX que culminó con una efusiva recepción en Lisboa, donde Boyton incluso ofreció una conferencia para la Sociedad Portuguesa de Cartografía.