Este sábado, 22 de febrero, a las once de la mañana, presidiendo la Sana Misa en la catedral, se despedía de la Archidiócesis el Arzobispo Administrador Apostólico, don Braulio Rodríguez Plaza. Concelebraban con él los Obispos de Ciudad Real y Cuenca, Gerardo Melgar y José María Yanguas. También el Obispo de Getafe, Ginés García Beltrán, y su auxiliar, José Rico Pavés, así como el Obispo emérito de Segovia, Ángel Rubio Castro. Además, acudieron vicarios generales de las diócesis sufragáneas de la provincia eclesiástica de Toledo: Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Sigüenza-Guadalajara, además de los miembros del cabildo primado y de los sacerdotes de nuestra Archidiócesis Primada.
"Cuesta mucho una despedida”, decía Braulio Rodríguez, al comienzo de su homilía. Sin embargo, recalcó que la misa en particular le "llena de paz y miro con confianza el futuro, pues espero en el Señor”. "He gozado. He trabajo con ilusión, me he sentido aceptado y querido", afirmaba. "¿Cómo he servido yo estos años a la Iglesia de Toledo? Sois vosotros quienes tenéis que juzgar cómo he actuado en mi servicio a vosotros", advirtió a los fieles que acudieron a la misa.
"Los obispos no somos representantes del Papa"
Braulio Rodríguez también hizo referencia a las palabras de Jesús a Pedro, en la que señalaba que "sobre esta piedra edificaré mi Iglesia", y advertía igualmente que "Roma no es simplemente la sede un obispo: es la sede apostólica, la del sucesor de Pedro". Esto, debido a que "los obispos no somos representantes del Papa; somos Vicarios de Cristo".
Al final de sus palabras, don Braulio, señalaba “que he vivido como obispo con todo mi corazón esa comunión con el Papa Francisco y sus antecesores”. “Es grandioso pertenecer a esta Iglesia”. “Os doy gracias, y muchas”. “Y os pido perdón”. “Ocuparéis un lugar privilegiado en mi corazón”. Por último, miraba a María y concluía diciendo: “El Señor os bendiga y os guarde”.
El delegado final para el gobierno de la Archidiócesis de Toledo, Francisco-Cesar García Magán, tomaba la palabra a final de la celebración. En sus palabras agradecía a Braulio Rodríguez por la "ejemplaridad de su persona y por la fecundidad de su ministerio".
Antes de la celebración se presentaba a los medios de comunicación el retrato del Arzobispo, un óleo sobre tabla que ha sido realizado por Miguel González Giménez, y que desde este día se podrá contemplar junto al de su antecesor en la Sede Primada, don Antonio Cañizares Llovera, siguiendo la línea de la sucesión apostólica de los Arzobispos toledanos, cuyos retratos aparecen en el citado lugar. Braulio Rodríguez Plaza ha sido el 120º Pastor de la Archidiócesis toledana.
García-Page: "Es un buen amigo desde el punto de vista institucional"
“Yo lo recibí como alcalde y recuerdo que planteó muy bien la vuelta del Corpus al jueves con lo que nuestra ciudad se reencontró con su fiesta mayor” ha recordado Emiliano García-Page, presidente de la Junta de Comunidades, que destacó su fluidez con la Comunidad Autónoma. “Es un buen amigo desde el punto de vista institucional y como persona merece todo el respeto y todo el cariño”, ha puntualizado el presidente autonómico.
La alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, ha afirmado que el arzobispo "ha sido una persona muy especial para mí y muy cercana" y ha recordado que fue una de las primeras personas que le dio la enhorabuena por carta cuando por primera vez tomó posesión como alcaldesa en 2015. También se refirió al título de Hijo Adoptivo que la ciudad concedió a Rodríguez Plaza durante el pasado acto de Honores y Distinciones en reconocimiento a su labor pastoral y a su decisión de recuperar de manera plena la procesión del Corpus Christi en jueves. "Hemos tenido una relación institucional perfecta”, ha afirmado la alcaldesa, quien ha asegurado que el de hoy “es un día muy especial y muy emotivo para todos en el que despedimos a don Braulio con todo el cariño".