Hoy queremos reflexionar sobre algo muy importante en nuestras vidas y más en estos días de pandemia y confinamiento: los autocuidados. Si en nuestra vida cotidiana las mujeres nos vemos obligadas y bajo la presión de ser esa "superwoman" que puede con todo, en estos días más aún. El trabajo (ahora teletrabajo para muchas) la crianza, la casa, y el cuidado de familiares mayores, el vernos obligadas a hacer cosas que no queremos hacer, estar en sitios o situaciones que no queremos estar, entre otras cosas, nos exprimen y agobian con esa carga mental a parte de la física que a nadie sorprende si decimos que es algo de lo que se encargan mayoritariamente las mujeres. A todo esto hay que sumarle esa imposición de responder a los cánones de belleza heteronormativos pase lo que pase y pasen los años que pasen. Y atención porque esto no descansa ni con una pandemia mundial. En memes, bromas y comentarios parece que nuestro mayor problema este confinamiento van a ser los kilos que podamos coger y las raíces de nuestro pelo.
Y debido a toda esa presión en nuestra vida se hace imprescindible tener espacio para los autocuidados. Siempre, pero en esta situación que nos han tocado vivir se hacen súper necesarios para mantener nuestra salud física y mental.
Así que, hermana, saca tiempo para ti, haz cosas que te gusten, que disfrutes, y no te sientas culpable por ello. Es terrible esa presión que ha surgido de tener que estar continuamente haciendo algo y siempre disponible. Así que tú ve a tu ritmo, haz lo que te pida el cuerpo. Si te apetece darte un baño te lo das, si te apetece comer chocolate, cómetelo sin remordimiento ninguno. Y sobre todo fortalece y usa tus redes de apoyo. Habla con tus hermanas, con tus amigas, con tus compañeras de lucha. Seguid tejiendo redes, seguid creciendo, seguid apoyándoos unas en otras. Una buena conversación con una compañera muchas veces cura y ayuda más que unas pastillas para dormir. Y cuando todo esto pase seguiremos transformando juntas el mundo y saldremos a la calle sonriendo y cogidas del brazo. Pero ahora quédate en casa y cuídate, cuídanos, cuidaros. Y recuerda: no estás sola, y juntas somos invencibles.
Patricia Ballesteros Sánchez-Infantes, representante de la Plataforma 8M Toledo