La comarca de los Montes de Toledo es, a pesar de ser una gran desconocida para muchos, una de las más hermosas de Castilla-La Mancha. En total 34 municipios que ocupan una extensión de 3.721 km2, un 24,2% de la provincia de Toledo y que albergan atractivos turísticos que la hacen única.
Situada en la submeseta sur de la península ibérica, está formada por las siguientes poblaciones: Ajofrín, Almonacid de Toledo, Casabuenas, Chueca, Consuegra, Cobisa, Cuerva, Gálvez, Guadamur, Hontanar, Layos, Manzaneque, Marjaliza, Mascaraque, Mazarambroz, Menasalbas, Mora, Nambroca, Los Navalmorales, Navahermosa, Noez, Polán, Pulgar, San Bartolomé de las Abiertas, San Martín de Montalbán, San Martín de Pusa, Santa Anta de Pusa, San Pablo de los Montes, Totanés, Urda, Las Ventas con Peña Aguilera, Villaminaya, Villarejo de Montalbán y Los Yébenes.
Desde el punto de vista paisajístico destaca por la existencia de crestones cuarcíticos de una altura uniforme, que sobresalen de la vegetación colindante, como son la jara, chaparros, encinares, etc.
Marisa Alguacil, presidenta del Grupo de Desarrollo Rural Montes de Toledo afirma que la comarca ofrece "muchos más atractivos que los lugares tradicionales que se tienen de referencia ya que están dotados de un carácter único y vibrante, forjado a lo largo de los tiempos sin la intervención abrupta que deja a veces la acción del hombre. Los Montes de Toledo son grandes desconocidos por descubrir, tanto por sus recursos naturales como culturales".
Un mar de estrellas
En los Montes de Toledo, las primeras localidades que están trabajando directamente con el astroturismo son Hontanar, Los Navalmorales, Navahermosa y Noez. La primera localidad se encuentra enclavada en pleno Parque Nacional de Cabañeros y cuenta con empresas punteras especializadas en ello, que escogen lugares especiales para la observación de los cielos como es el Yacimiento de Malamoneda. Otro lugar que muchos eligen para disfrutar de la observación astronómica es en el Castillo de las Guadalerzas de Los Yébenes, aunque realmente cualquier paraje de la comarca será ideal para captar una bonita fotografía.
Linces y rapaces en los Montes de Toledo
Los Montes de Toledo son junto a Doñana y Sierra Morena una región especial para la readaptación de una especie como el lince ibérico. Los fondos europeos han conseguido salvar a este felino de la extinción y en plenos montes han encontrado un hogar ideal.
Algunos lugares para la observación tanto de linces como de distintas rapaces son, por ejemplo, el Aula de la Naturaleza de El Borril en Polán. También destaca por su paisaje Hontanar, en pleno Parque Nacional de Cabañeros donde un antiguo muladar es el lugar perfecto para observar y realizar fotografías espectaculares o birding, tan de moda en los últimos años.
Mazarambroz, con la finca privada de El Castañar, es un lugar idóneo donde observar linces y cérvidos.
Destacan también las fincas de Las Ventas con Peña Aguilera y entre ellas, el Quinto de Luciañez, donde una labor de recuperación de antiguas lagunas en canchales de piedra ha creado un entorno especial para que tanto cérvidos como felinos vayan a descansar y los turistas puedan aprovechar sacando sus objetivos.
Otro de los lugares para observar aves esteparias es la antigua escombrera de la mina en Urda. Aprovechando el curso del río Amarguillo y las grandes plantaciones de cereales de la zona, las aves tienen un lugar especial para descansar.
No hay que olvidar que muchas localidades de los Montes de Toledo forman parte de la zona ZEPA (Zona de Especial Protección de Aves), donde es más fácil observar a rapaces como el águila real, buitre, milanos, búhos, lechuzas, alimoches.. Es el caso de Ajofrín, Casasbuenas, Hontanar, Layos, Marjaliza, Mazarambroz, Menasalbas, Navahermosa, Los Navalmorales, Noez, Polán, San Pablo de los Montes, Totanés, Urda, Las Ventas con Peña Aguilera y Los Yébenes.
Gastronomía de los Montes de Toledo
Junto a la gastronomía asentada en la caza, sobresalen platos ligados al pastoreo como las migas, gachas o sopas.
En los Montes de Toledo se ha desarrollo una pujante industria alimentaria gracias a la elaboración de quesos de oveja y embutidos de alta calidad que se exportan más allá de nuestro país. Municipios como Almonacid de Toledo, Consuegra, Guadamur, Hontanar, Mora, Pulgar, Totanés y Los Yébenes utilizan las técnicas más antiguas con la modernidad para producir unos quesos y productos lácteos de gran calidad.
Las almazaras y empresas hoteleras ofrecen guías de oleoturismo y catas de distintos tipos de aceite (con denominación de origen de los Montes de Toledo), que hacen del oro líquido uno de los productos estrellas de nuestra gastronomía.
El cultivo de la aceituna es muy importante en la comarca, y es en Mora donde anualmente se celebra la Fiesta del Olivo, de Interés Turístico Nacional, cada último domingo de abril.
Los vinos de los Montes de Toledo forman parte de la denominación de origen La Mancha, que en los últimos años han visto crecer el número de bodegas que ofrecen caldos de calidad.
Otro manjar que tiene bien merecida fama es la miel. Su elaboración predomina en los pueblos más monteños de la comarca, como por ejemplo Hontanar, Los Navalmorales, Mazarambroz, Navahermosa, San Pablo de los Montes, San Bartolomé de las Abiertas y Santa Ana de Pusa.
El dulce por excelencia toledano es el mazapán, con obradores artesanos de gran calidad. Destacan los elaborados en Ajofrín, Consuegra, Cobisa, Polán, Navahermosa, Las Ventas, San Martín de Pusa y Los Yébenes.
Destaca la producción del azafrán, cuyo cultivo fue introducido a finales del siglo IX por los árabes y desde aquella lejana época ha ido dando color y sabor a los guisos más exquisitos. Fue tan importante su cultivo, que cada octubre se celebra en la localidad de Consuegra la “Fiesta del Azafrán”, un evento donde los gastronómico y las danzas populares, junto con la zarzuela, le dan su toque especial.
Artesanía rural
La Comarca de Montes de Toledo siempre ha sido referente artesano, con la cerámica, el cuero y el esparto en el punto de mira.
Hoy en día se siguen realizando pequeñas muestras del trabajo del esparto en las localidades de Ajofrín, Almonacid de Toledo, Chueca, Nambroca y Los Yébenes, municipios con pequeñas sierras donde se puede recoger esta fibra.
También merece una mención la labor de los reposteros de Guadamur, quienes emplean la técnica del bordado elaborada con motivos heráldicos y de la que dan buena prueba, multitud de películas y de series de hoy y de siempre.
El ajuar antiguo era la cerámica de la zona, una cerámica que tiene su propia idiosincrasia y que se diferencia de la alfarería talaverana. En Cuerva, pueblo alfarero por excelencia, destaca por sus tonalidades amarillentas y la labor de recuperación que se está llevando tanto por parte del Ayuntamiento como de la Escuelas de Bellas Artes de Toledo. Otras poblaciones de la comarca con esta tradición artesana son Consuegra y las localidades monteñas de Navahermosa y Los Navalmorales.
La taxidermia también tiene en esta comarca su centro neurálgico, siendo Los Yébenes el municipio que más legado cinegético atesora, con la familia Garoz como referentes nacionales.
También destacamos los artesanos especializados en el cuero en Las Ventas con Peña Aguilera, San Pablo de los Montes, Navahermosa y Menasalbas. Además de Urda, con sus célebres petacas urdeñas.