
Depuradora del Polígono de Toledo / Imagen de archivo de Europa Press
La empresa Aqualia continuará gestionando el servicio de depuración de aguas residuales en Toledo, cuyo contrato se licitó el pasado año con un presupuesto base de licitación de 54.972.646,60 euros y una duración de 120 meses.
La Junta de Gobierno Local adjudicó este contrato el pasado mes de septiembre a Facsa, sin embargo, un recurso presentado por Aqualia hizo que el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales excluyese a la que había quedado en primer lugar en la clasificación de ofertas.
El motivo de exclusión de Facsa, según recoge la resolución, se debe a una actuación que no estaba recogida en el pliego de licitación y que hace referencia a "la instalación de un nuevo sistema de desodorización junto al existente, cuando ello no estaba permitido" en el pliego.
De esta forma, el Ayuntamiento cuestionó al Tribunal hasta qué punto debía retrotraer el expediente y lo ha hecho hasta el momento en el que se clasificaron las ofertas de empresas solicitantes, siendo Aqualia -la empresa que actualmente era la adjudicataria del servicio- la beneficiada.
"Me imagino que Facsa tendrá posibilidad de recurso, pero a nosotros nos han dado un mandato en el juzgado que había que retrotraer las acciones hasta esta nueva clasificación y a partir de ahí adjudicarlo. Eso es lo que hemos hecho. Hemos seguido lo que ha dicho el juez y a partir de ahí no sé qué procedimiento tienen las empresas para poder recurrirlo", ha indicado el portavoz municipal, Juan José Alcalde, a preguntas de los medios.
El contrato de gestión de la depuración de aguas residuales es el de mayor cuantía económica que ha licitado el Gobierno local de PP y Vox en esta legislatura -tenía un presupuesto base de 55 millones de euros-. En él se incluía una inversión de 4 millones de euros en varias depuradoras de la ciudad, de los que 2,4 se destinarían a la del Polígono.