Amnistía Internacional ha denunciado "la falta de información sobre la compra de armas táser" y ha alertado sobre "los riesgos de su uso" por parte de las policías locales de cuatro ayuntamientos de Castilla-La Mancha: Talavera de la Reina, Fuensalida, Alcázar de San Juan y Albacete.
En nota de prensa, la organización ha explicado que las armas de electrochoque, conocidas comúnmente como armas táser, se están introduciendo en diversos cuerpos policiales de todo el mundo, "en ocasiones sin una regulación y mecanismos de control que aseguren el respeto a los derechos humanos".
Aunque dice no oponerse a que este tipo de armas de electrochoque formen parte del equipamiento de algunos cuerpos policiales, Amnistía Internacional sí expresa tener "algunas preocupaciones" en relación a su uso y el respeto a los derechos humanos. "A pesar de estar catalogadas como menos que letales, se ha demostrado que estas armas pueden llegar a causar graves daños o incluso la muerte", ha alertado.
De ahí que haya solicitado que estas armas estén sujetas al mismo criterio que se aplica al uso de las armas de fuego, debido a los riesgos que pueden tener sobre la integridad física y mental de la persona sobre las que se emplean.
La organización asegura haber documentado casos en los que la muerte de algunas personas ha estado relacionada con el uso de armas táser. "Por otra parte, hay perfiles de personas que por determinadas condiciones físicas son más vulnerables frente a este tipo de armas, como los menores de edad, mayores, personas con riesgos cardiacos o embarazadas".
Resistencia y desobediencia
Según ha alegado el Ayuntamiento de Fuensalida, el uso de estas armas está justificado para "incapacitar neuromuscularmente a individuos que opongan una resistencia y desobediencia activa a los agentes y que se encuentren bajo la influencia de drogas y análogos", entre otros.
"Esto preocupa especialmente a Amnistía Internacional, dado que la experiencia acumulada de su uso en otros países permite identificar las personas bajo los efectos de las drogas o ciertos medicamentos asociados a dolencias psíquicas y los enfermos mentales como en los que se ha podido observar que se ha dado el mayor número de casos de muertes por el uso de las táser", ha añadido.
Por todo ello, Amnistía considera que las armas táser deberían ser parte del armamento policial "solo si existe una necesidad operativa real y su uso se limita a situaciones en las que exista un riesgo para la vida o integridad física del agente o de terceras personas".
De igual modo, ha reclamado protocolos públicos para su uso y garantizar que los agentes policiales que vayan a utilizarlas estén debidamente formados en su utilización y riesgos, así como en las precauciones que deben tomarse para evitarlos.
Por último, la organización ha concluido lamentando que tras dirigirse en dos ocasiones a los cuatro ayuntamientos para mostrarles su preocupación y solicitar más detalles sobre la formación previa de los agentes, aún no ha recibido respuesta.