"Sistemáticamente, todavía cargamos una cultura del racismo y del clasismo que debemos abordar atravesando por supuesto con los temas LGTBI. Tenemos carencias en el acceso a la justicia, a la salud o la educación, y creo que aunque los índices en España o en Europa son menores, son situaciones que se siguen viviendo". Así se pronuncia, Amaranta Gómez Regalado, antropóloga social, muxe transgénero, candidata política, activista LGTBI y promotora de la identidad cultural indígena precolombina.
Gómez, que nació en 1977 en Juchitán de Zaragoza, una población zapoteca cercana a la frontera con Guatemala, al sur de México, participó este jueves en un acto organizado por la Fundación Triángulo y el sindicato de CCOO en Toledo junto a Dayana Gallego Castillejos, también muxe, mujer trans y activista indígena de la región de Oaxaca (México).
Ambas explicaron en una charla, en la sede del sindicato en la capital regional, la lucha que llevan a cabo desde hace años para visibilizar la diversidad sexual de su región y defender los derechos del colectivo LGTBI. "Vinimos a compartir en un primer momento lugares comunes, donde la lucha por la libertad es común, pero también venimos a compartir experiencias diferentes desde Latinoamérica, donde el promedio de vida de las personas trans es de 32 a 36 años", afirma Gómez.
La antropóloga explica que en su cultura indígena zapoteca ser muxe se considera "una identidad de género que precede incluso a las categorías LGTBI, igual que muchas otras alrededor del mundo, como las Fa'afafine en Samoa", "un tercer sexo", precisa Gómez, que apunta también que en su paso por España también está compartiendo experiencias "con amigos y colegas para ver cómo podemos empezar a colaborar para achicar esas brechas". En este sentido, valora la firma que llevaron a cabo el miércoles de la Declaración de Mérida en Madrid junto a la Fundación Triángulo y la Agencia de Cooperación Exterior del Gobierno de España.
78 países en el mundo "penalizan la homosexualidad"
"La declaración fue un acto muy valiente, es una llamada a nivel internacional y al mundo, donde todavía 78 países penalizan la homosexualidad como tal. Hace una llamada a que la acción es impostergable ya que las personas sigan siendo encarceladas, amenazadas o tienen que huir de sus países y pedir asilo", recalcó Gómez, que valoró la lucha del movimiento obrero, "la lucha por el respeto a sus derechos" que comparte con el colectivo LGTBI. "Es una muestra muy importante, ninguna lucha por sí sola va a poder ganar".
Por su parte, la activista Gallego Castillejos, muxe y mujer trans también, relató su experiencia también en el trabajo que sigue haciendo en la región mexicana, donde señala que "a pesar de que se dice que es el paraíso muxe no lo es porque aún existe la discriminación y asesinatos a nuestros compañeros. Venimos a alzar la voz para decir que estamos en pie de lucha". En este sentido, trabaja para que "pueda haber más direcciones de diversidad sexual ya que esto nos hace visibilizarnos como comunidad muxe y decir también que existimos, que existen estas otras identidades".
Ambas estuvieron acompañadas en la charla por el secretario provincial de CCOO en Toledo, José Luis Arroyo; la presidenta de la Fundación Triángulo, Maribel Blanco, y la concejala de Igualdad del Ayuntamiento de Toledo, Inés Sandoval.
"Hay que destruir el discurso de la extrema derecha"
El representante sindical recalcó que el trabajo de cooperación que realizan Fundación Triangulo o las dos activistas es "muy oportuno" en un momento donde "en la región hay un avance de la extrema derecha como lo está habiendo también en Europa". "Hay que destruir esos mensajes extremistas que van contra la convivencia, la igualdad o contra el pluralismo. En CCOO estamos altamente comprometidos", agregó.
En este sentido, la presidenta de Fundación Triángulo en la región apela al apoyo de las instituciones públicas en la defensa de las reivindicaciones del colectivo LGTBI. "Es importantísima la alianza que tenemos con CCOO, estamos llegando a sitios a los que no podríamos llegar, como fábricas. A la clase obrera", dice Blanco, que destaca también "el lujo" de contar con la experiencia en Toledo de Gómez y Gallego.
De su lado, Inés Sandoval, valoró la presencia de las activistas mexicanas ya que, para ella, supone encontrarse "en el camino de la igualdad" con "grandes aliadas", al igual que con CCOO, "un sindicato de clase que hace un papel esencial en el ámbito laboral pero que también está siempre en la defensa de los derechos humanos", o Fundación Triángulo, que hace "un espectacular trabajo a nivel nacional, especialmente en Extremadura, que está siendo el foco de atención para muchas políticas que se están desarrollando y que estoy segura que vamos a poder aplicar en Toledo en los próximos años".