Como dijo hace unos días el alcalde en sus redes sociales, Toledo ya huele a Corpus. Pasear por las callejas del Casco Histórico en estos días que se registra un aumento de las temperaturas se hace algo más agradable con los toldos que decoran la singular festividad de la ciudad.
Sin embargo, entre las sombras que proporcionan estos elementos, en la tarde de este lunes se refugiaba también un visitante despistado. Se trata de un vehículo extranjero cuyo conductor o conductora ha considerado un buen sitio las inmediaciones de la puerta de entrada a visitantes de la Catedral como aparcamiento a la sombra.
Hace unos días ya reprochamos el aparcamiento de un Tesla en otra calle del barrio ocupando dos plazas de estacionamiento destinadas a residentes. Hoy lo hacemos con este vehículo que quizás no se atrevería a llegar a París e intentar aparcar bajo la Torre Eiffel.
Firmado: Vecinas del casco