Una persona ha confundido una plaza pública de Toledo con un aparcamiento público, libre y gratuito y ha abandonado su coche en medio de dos garajes de vecinos y vecinas de la ciudad. Tres días lleva este coche aparcado despreocupadamente, dificultando la vida diaria de las personas que en este lugar viven.
La Policía Local ha venido, lo ha multado. La multa desaparece. El coche sigue ahí.
Es una frustración constante para quienes vivimos en el Casco Histórico de la ciudad, e intentamos hacer de él un barrio vivo y amable, ver estas situaciones. Se repiten una y otra vez. Esta vez, ha sido esta plaza. Otros días serán otras.
Pero nuestra ciudad no es un aparcamiento libre, a merced de los coches y de quien quiera. Nuestra ciudad es de las vecinas y vecinos, y para los coches hay lugares estipulados. Y que se deben respetar. Respetar, igual que se debe respetar a quienes vivimos y mantenemos este lugar que venís a visitar.
Una vecina del Casco