Buscar entre los testimonios históricos que ha dejado la Guerra Civil en forma de fotografías de profesionales tan importantes como Roberto Capa o Gerda Taro es uno de los objetivos del proyecto Toledo GCE. De esta constante búsqueda ha salido un "detalle curioso" en el misil de uno de los milicianos de las barricadas que cerraron las calles cercanas al Alcázar de Toledo y también en la Plaza de Zocodover.
Al adquirir la fotografía con mejor calidad, explica el responsable del proyecto Carlos Vega, se ha podido leer en el misil de uno de los milicianos: 'Gonzalo Hernández de Mora de Toledo'. "Hasta la fecha no hemos podido encontrar más datos de Gonzalo Hernández, por lo que solicitamos a los lectores que cualquier información que se aporte será bienvenida para añadir a la identificación del “propietario” del fusil", recalcan desde Toledo GCE.
"El armamento utilizado por los partidarios de la República fue muy heterogéneo desde el comienzo de la guerra. En Toledo, durante los primeros días, las armas más habituales fueron los fusiles Máuser, escopetas y diversas armas cortas. El material bélico individual siempre escaseó y el gobierno comenzó a comprar armas en el extranjero. Posteriormente, la propaganda se encargó de instruir a soldados y milicianos para valorar el armamento como material esencial para la victoria", explican desde el proyecto.
Los fusiles eran bienes de "gran valor" para los milicianos, y por eso se instruía también en el cuidado del material. "Muchos personalizaron sus armas para diferenciarlas de las del resto de compañeros y, respecto a esto, hemos encontrado uno de esos detalles curiosos que tanto nos gustan investigar", señalan. La foto en cuestión es una de las que realizaron Capa y Taro entre agosto y septiembre de 1936, pocas semanas antes del inicio de la Guerra Civil. Se trata de un fusil Mauser, situado en la barricada de la Plaza de Zocodover, en cuya culata se puede ver la pegatina blanca con las palabras escritas.