La pedanía toledana de Alberche del Caudillo es la primera localidad de los siete topónimos franquistas que ha iniciado el proceso para cambiar su nombre y dejar de homenajear así al dictador, fundador de la misma en el año 1957.
Tal y como ha adelantado la Cadena Ser y ha podido confirmar este medio, el Ayuntamiento ha resuelto favorablemente el cambio de nombre con arreglo a la Ley de Memoria Democrática que entró en vigor el pasado mes de octubre y que establece la eliminación de la exaltación franquista en los topónimos que afectan a siete localidades del país.
El abogado Eduardo Ranz interpuso procedimiento administrativo ante el municipio de Alberche del Caudillo -y los otros seis con topónimos- el pasado mes de octubre, y esta Entidad de ámbito territorial inferior al municipio (EATIM) ha sido la primera en responder al proceso.
Lo hizo este miércoles, 15 de febrero, por lo que ahora dispone de tres meses para hacer efectivo el cambio de nombre, tal y como recoge la mencionada ley. El trámite se va a a realizar por el Ayuntamiento de Calera y Chozas -municipio al que pertenece-, esta EATIM.
Ranz apunta que el Ayuntamiento de Alberche del Caudillo podría no haber respondido a la instancia o haberla desestimado. Sin embargo, ha sido el primero en pronunciarse favorablemente para iniciar los trámites que permitirán dar una nueva denominación a la pedanía.
"Supone dignificar España"
"El cambio de denominación es el primero que se produce desde la entrada en vigor de la Ley de Memoria Democrática, y supone dignificar España, desde Calero y Chozas, de abajo a arriba,
puesto que la verdadera memoria, donde se vive de verdad, es en los pueblos y no en las ciudades", señala el abogado.
En el proceso que se va a iniciar, sería "importante" la celebración de un pleno municipal en el que, además de revocar la actual denominación por incumplir la ley, se debata el nuevo nombre de la pedanía, que podría optar por eliminar el 'apellido' del Caudillo o también elegir una nueva denominación.
De esta manera, será el primero que haga efectivo la medida que incorpora la nueva ley y que afecta a los siete topónimos, de los que algunos recuerdan directamente a Franco o al “Caudillo” mientras que otros aluden a destacados generales de la represión como Yagüe o Mola. Estas localidades están repartidas entre Extremadura, Castilla y León, Andalucía y Castilla-La Mancha.