"Aquí estamos, nosotras no matamos" fue el rugido de centenares de personas que acudieron a la convocatoria de la plataforma 8M de Toledo. Las manifestantes portaban figuras negras, sin rostro, en las que se mostraban las iniciales y la edad de los identificados como "asesinos" responsables de los crímenes por violencia de género. La manifestación en la capital regional fue una de las muchas que invadieron la región este 25 de noviembre.
"Por las que están, las que no están, las que peligran" ha sido el lema de la marcha que partió desde la Vega hasta la Plaza del Ayuntamiento, donde se acogió un sepulcral minuto de silencio en recuerdo a la última víctima mortal de violencia machista, una joven canaria de 26 años. "Para que sea la última de verdad", recalcaban desde la organización de la marcha.
"Hay que poner patas arriba la cultura basada en la desigualdad"
Desde la Plataforma 8M Toledo han recordado con mariposas de papel, "deteniendo su aleteo", a las asesinadas por la violencia de género. "También queremos recordar a sus asesinos con la intención de denunciar que no hay un solo perfil de maltratador, los hay de todas las edades, culturas, nivel económico e ideológico".
"Salimos a la calle para que los asesinatos por violencia machista no se maquillen" ya que, según la Plataforma, durante este año han sido asesinadas 96 mujeres por violencia machista, aunque las cifras oficiales contabilizan "solo una parte", y reducen el número de víctimas a 52.
Entre las reclamaciones que han motivado una nueva manifestación este 25 de noviembre, la Plataforma ha destacado que "las estadísticas oficiales deben recoger todos los tipos de violencias contra las mujeres y niñas"; una educación en igualdad sin estereotipos; juzgados exclusivos de violencia de género en todas las provincias; o leyes "que no pueden ser papel mojado".
"La sociedad tal y como está construida está sustentada en códigos de dominación masculina sobre la subordinación femenina, reivindicamos políticas valientes, presupuesto suficiente, no solo las migajas", añadían. "Las mujeres no somos cuerpos, cosas, vasijas… Las mujeres no estamos para satisfacer voluntades que no sean las nuestras", "somos el corazón de aquellas que no están y la voz de las que están, de las que peligran".