El arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, ha mostrado su malestar con las celebraciones, cada vez más populares en España, de la Noche de Difuntos del 31 de octubre. Concretamente, ha afirmado que el mes de noviembre "comienza sus días con unas celebraciones que no se ajustan a lo que se esperaría de una religión". "No me refiero a esa extraña parodia de la muerte como es 'Halloween', que uno no sabe si nació para meter miedo con la misma muerte o para reírse de ella, sin entrar en su misterio desde la fe cristiana en la Resurrección de Jesús", ha sostenido.
En su escrito semanal, el arzobispo ha mantenido que "noviembre comienza con la fiesta de Todos los Santos, a la que sucede sabiamente la conmemoración de todos los Fieles Difuntos". "Curiosamente ninguno de estos días trata directamente de la muerte, su culto o ritos para escapar u olvidarla, como sucede en tantas religiones naturales". La Iglesia prefiere, ha dicho, "celebrar 'Holywins', los Santos vencen. Esto sí es cristiano".
Así, ha recordado que, en los inicios del cristianismo, a los miembros de la Iglesia se les solía llamar "los santos", esto es, "los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos, con cuantos en cualquier lugar invocan el nombre de Jesucristo". "El cristiano ya es santo, pues el bautismo lo une a Jesús y a su misterio pascual, pero al mismo tiempo debe llegar a serlo, conformándose con Cristo cada vez más. Pero ese camino de santidad no lo hacemos solos", según el arzobispo.
Holywins es una celebración que se organiza desde el Vaticano y que anima a los participantes a disfrazarse de su "santo favorito" y se trata de un juego de palabras que en inglés significa "la santidad vence": busca rescatar "el verdadero sentido del misterio central" de la fe cristiana, dotándolo de un "aire festivo para niños, jóvenes y familias". En la provincia de Toledo se ha celebrado desde el pasado viernes en Seseña, pasando por Talavera de la Reina, Madridejos y la ciudad de Toledo.