"Cuando mi madre recibió la noticia de que nos daban los restos se emocionó mucho, al fin podrá ver cumplido su sueño de enterrar a su padre junto a su madre, es una satisfacción muy grande", explica Benedicto Sánchez Recio, que este sábado, 18 de febrero, podrá enterrar a su abuelo Florentino Recio tras una década "luchando" por su exhumación. Sus restos se encontraban en una fosa común de la Guerra Civil situada en el municipio toledano de Recas y en la que también se encontraban otros seis republicanos asesinados por el franquismo el 19 de noviembre de 1936.
"Todo comenzó cuando mi madre nos dijo que le gustaría sacar al abuelo de ahí. Al final se ha conseguido gracias a la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), que ha hecho un trabajo inmensurable, y al alcalde de Villaluenga, fue él quien me guio porque yo llevaba 6 años intentándolo y me cerraban todas las puertas", recuerda.
Benedicto ha conseguido hacer realidad el sueño de su madre, Agustina Recio, quien a sus 93 años podrá ver cómo su padre recibe sepultura en el pueblo que le vio crecer y tras cerca de un siglo de represión franquista.
La toledana reside actualmente en Bilbao y, junto a sus familiares, volverá a Recas para recibir los restos de su padre identificados genéticamente, después de haber sido exhumados por la Asociación, junto a los de los otros seis hombres, en noviembre del año 2021. "El peor momento de mi vida fue cuando sacaron a mi padre de mi casa. Tenía 6 años. Estábamos cenando en el patio, vinieron unas personas y dijeron 'Florentino deja de cenar'... dejó el plato y se fue", recordaba Agustina, hace dos años, en el marco del comienzo de los trabajos de exhumación.
"Voluntarios y voluntarias de ARMH harán la entrega junto a algunos objetos que aparecieron asociados a su cuerpo, como una tabaquera de cuero o un mechero de pedernal", detallan desde ARMH.
"Va a ser un día muy especial. Es una alegría, estamos felices", añade su hijo.
"Que luchen por sacar a sus familiares de donde los asesinaron"
A pesar de las dificultades, Benedicto anima a todas aquellas personas que quieran recuperar los restos de sus familiares asesinados en fosas comunes. "Que se pongan en contacto con la Asociación Memoria Histórica, les van a guiar como me han guiado a mi. Que no se vean solos, que luchen por sacar a sus familiares de donde los asesinaron".
La ARMH lleva a cabo las labores de exhumación e identificación con sus propios recursos porque se opone "al sistema de subvenciones del Gobierno" y reclama la creación de una institución pública que atienda directamente a las familias y les garantice sus derechos.
Junto a Florentino Recio fueron asesinados Jerónimo Cedillo Zurita, Gabriel Zurita Martín, Juan Zurita Martin, Domingo Díaz, José María Barahona o José María Seseña y Pedro Díaz.
La fosa se encontraba en una finca al borde de la carretera de Recas y a finales de los años 70 sus familiares instalaron sobre ella una construcción de cemento para preservarla, señalizarla y que mostrara los nombres de los asesinados cuyos restos se recuperaron en 2021. Sin embargo, el de Florentino es el único identificado por el momento.
"Los trabajos de identificación de las otras víctimas siguen en proceso ya que la identificación genética es una tarea complicada dado el mal estado de los restos", detallan desde ARMH.