Doce cajas repletas de documentación. Es el tamaño que ocupa el Proyecto de Singular Interés (PSI) del Data Center Campus de Meta para su implantación en Talavera de la Reina. A finales de marzo se registró el proyecto y desde el pasado 31 de marzo, tras su publicación en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha, se encuentra en período de información pública por un plazo de 30 días.
Tras aprobase "en tiempo récord" la declaración de Interés Regional para el mismo, si se cumplen los tiempos previstos, las obras comenzarían a finales de este año. Se alargarían hasta casi 2030 pero el centro de datos podría comenzar a funcionar ya en 2025, según manifestó la consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco.
El centro de datos que se proyecta se plantea en una parcela de uso industrial de 125 hectáreas en el Polígono industrial de Torrehierro, con una edificabilidad total de alrededor de 300.000 metros cuadrados. Se destinará a albergar las operaciones y el equipo de tecnología de la información que será necesario para la producción digital, el procesado y almacenamiento de datos de las aplicaciones de Meta: Facebook, WhatsApp e Instagram, principalmente.
La zona elegida para la instalación del centro se encuentra incluida dentro de las áreas de importancia tanto para el águila imperial como para el buitre negro. Sin embargo, la memoria informativa y justificativa del proyecto asegura que los planes de gestión de ambas especies "no indican incompatibilidad" con la propuesta de la multinacional. El águila imperial está catalogada como 'en peligro' mientras que el buitre negro se considera 'vulnerable' en los Catálogos Nacional y Regional de Especies Amenazadas de Castilla-La Mancha.
Ante esta situación, la multinacional llevó a cabo un trabajo de campo para el estudio de avifauna en la zona, en concreto entre los meses de diciembre de 2021 y junio de 2022. Fueron, en total, 6 visitas mensuales. Además de ello, se realizaron censos de invierno en el entorno de la línea eléctrica, durante los meses de diciembre de 2022 y enero de 2023.
Tras estos trabajos de campo, fueron varias las especies de interés que se observaron. Se tomaron en cuenta las que están contempladas en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Social, así como el Catálogo Español de Especies Amenazadas, también el regional, y finalmente la Directiva sobre Aves del Parlamento y Consejo Europeo. Sin embargo, desde la empresa resaltan que sólo estaban "volando alrededor" de la zona donde se instalará el centro. "Ninguna alimentándose o nidificando dentro de la parcela".
Cigüeñas y más aves
Entre las especies identificadas se encuentra no sólo el águila imperial y el buitre negro, sino también el águila calzada, la culebrera y el aguilucho. La mayoría son aves rapaces y algunas esteparias. También se han observado buitre eonado, milano negro y rel, así como sisón y cernícalo. De todos modos, desde Meta aseguran que el proyecto "no comprometería" la disponibilidad para todas estas aves, ya que "existen amplias áreas de hábitat óptimo" para la alimentación de las aves.
Además de estas especies, durante el período invernal se determinó que la especie más abundante en la zona es la cigüeña blanca, ya que se observó un total de 48 individuos. La más rara, por otro lado, fue el aguilucho pálido, con sólo un individuo. La garcilla bueyera fue una de las más vistas durante su periodo reproductor, que va entre abril y junio en 2022 con 19 ejemplares.
Cercanía a zonas protegidas
El proyecto de Meta se encuentra también a apenas 1,2 kilómetros de la Zona de Especial Conservación 'Sierra de San Vicente y Valles del Tiétar y Alberche', así como de la Zona de Especial Protección de Aves del Valle del Tiétar y los embalses de Rosarito y Navalcán. Sin embargo, "no se prevé" que el proyecto pueda resultar de impacto sobre las zonas protegidas, que están compuestas por extensas formaciones de vegetación que requieren "un alto grado de conservación", según la misma memoria. De hecho, la multinacional asegura que se están tomando medidas para "mejorar la integración" en estos entornos protegidos, a través de estudios de campo de avifauna y estado de la biodiversidad.
Lo que sí concede la multinacional, es el impacto que este centro tendrá un impacto en el paisaje de la zona, que se ubica dentro del denominado 'Llanos de Oropesa'. En este paisaje se juntan la dehesa y la llanura cerealista, que es la "culminación de un proceso de deforestación secular" llevado a cabo para su aprovechamiento con un uso "más productivo": el agrario. El polígono en el que se proyecta, el de Torrehierro, es uno de los sectores periurbanos que han "sufrido un proceso de crecimiento que genera deseconomías visuales por su carácter modular y exógeno".
Ante esto, aseguran que se ha "definido una estrategia" en la que los elementos naturales y locales "son considerados elementos vertebrales, dando lugar a la máxima integración con el entorno". Incluso, afirman que se han tomado en cuenta las renovaciones legislativas como el Anteproyecto de la Ley del Paisaje de Castilla-La Mancha, en la que se hacen referencias específicas a los aspectos relativos al paisaje nocturno. Toda esta información a la que hace alusión la multinacional "se someterá a información pública".