Tras el paso de hermandades y cofradías por las calles y plazas del Casco Histórico el Ayuntamiento de Toledo ha puesto en marcha un plan especial de limpieza de la vía pública para eliminar la cera acumulada en el pavimento procedente de los cirios y de las velas que portan los nazarenos y penitentes en los cortejos penitenciales.
Este dispositivo está formado por una cuadrilla de operarios que una vez han finalizado las procesiones -la última fue este martes con la Virgen de la Salud de la Iglesia de Santa Leocadia- realizan los diferentes recorridos de las hermandades y cofradías para incidir en la limpieza de la cera del pavimento.
Para llevar a cabo esta labor los operarios cuentan con un vehículo especializado de limpieza. El tratamiento para la limpieza de la cera en Toledo emplea "uno de los sistemas más avanzados del mercado, similar al que se utiliza en otras ciudades con una carga muy superior a la de Toledo en cuanto al número de cofradías y de nazarenos, como Sevilla o Málaga", señala el Ayuntamiento.
Este sistema consiste en la aplicación de agua fría a muy alta presión, hasta 400 bares, utilizando un camión impulsor con bomba y depósito incorporado. Mediante una manguera se proyecta el agua a presión sobre el pavimento, desincrustando la cera.
Hasta que finalicen los trabajos, desde el Consistorio se pide extremar las precauciones a la hora de caminar y conducir por las zonas con presencia de cera que, con el aumento de la temperatura, se derrite y disminuye la adherencia de los neumáticos.