
Foto; Europa Press
El Centro de Acogida San Bernardo, la protectora de animales de Toledo, comienza poco a poco a recobrar la normalidad tras la angustiosa situación que vivieron este pasado viernes con el incendio que se produjo en la ciudad y que obligó a evacuar a todos los animales en muy poco tiempo debido a la cercanía de las llamas, que se quedaron a "unos 250-300 metros" de sus instalaciones.
Todos los perros fueron trasladados en un primer momento a La Peraleda, donde decenas de toledanos se acercaron para colaborar o incluso acoger a los animales temporalmente en sus hogares. Esta ola de solidaridad de la ciudadanía de Toledo ha generado que se vayan a llevar a cabo alrededor de una docena de adopciones, según apunta José Antonio Catalán, uno de los voluntarios de la Asociación Protectora de Animales (APA) de San Bernardo.
Una vez que han recibido el visto bueno para regresar este lunes, están haciendo una entrada escalonada de los aproximadamente 50 animales que conviven en este centro. "Es una suerte que se están llevando a cabo adopciones. Sabemos que es muy complicado. Tenemos todo tipo de animales y los más grandes y mayores es difícil que los adopten", agrega Catalán.

El responsable de la protectora agradece la labor de todos los ciudadanos que se ha preocupado estos días por los animales y señala que, ante su ausencia en la perrera este fin de semana, el equipo de voluntarios que hace posible la labor de la protectora ha estado limpiando en profundidad y desinfectando las instalaciones.
Muchas personas que acudieron a La Peraleda lo hicieron provistos de alimentos, agua, bebederos u otros enseres para los animales, que sorprendieron incluso a los propios voluntarios de San Bernardo con su reacción cuando fueron evacuados ya que, los que solían presentar un comportamiento más agresivo o huir, en esta ocasión "se dejaban acariciar" y estaban tranquilos a pesar del desconcierto de la situación.