Claudia Carnicer siempre ha querido fotografiar "los pequeños momentos de la vida, que son fugaces". Ha sido un desafío para ella, pero esta joven de Ciudad Real, diagnosticada con trastorno del espectro autista (TEA), ya expone parte de esos momentos "fugaces" que capta con su objetivo 'A través de sus ojos' -título de la muestra-.
Sus trabajos se pueden disfrutar en este espacio hasta el próximo 2 de mayo en la Consejería de Sanidad y Bienestar Social, en Toledo. En total, se trata de diecinueve fotografías que forman parte de la muestra bajo el lema 'Somos infinitos' que se ha inaugurado esta semana.
"Me viene desde pequeña y siempre he sentido curiosidad por saber cómo era el funcionamiento interno de las cámaras", cuenta en una entrevista con elDiario.es Castilla-La Mancha, coincidiendo con la semana dedicada a una patología neurológica en la que la intervención temprana es fundamental.

A esta joven de Ciudad Real, un programa de capacitación de la Asociación Regional de Afectados de Autismo y otros trastornos del Desarrollo (AUTRADE) le han permitido dedicarse a lo que le apasiona.
Recuerda “una infancia muy feliz”, aunque siempre se ha sentido muy arropada. “Todo mi entorno me ha apoyado en cada momento de las diferentes etapas de mi vida”. En lo personal y en lo profesional.
Su familia ha sido un pilar muy importante para ganarse la vida con la fotografía, ya que, nos cuenta, “a las personas con discapacidad intelectual o que tengan otro tipo de discapacidad nos cuesta el doble encontrar un empleo”.
Claudia trabaja como fotógrafa y lo ha hecho gracias AUTRADE, la Asociación Regional de Afectados de Autismo y Otros Trastornos del Desarrollo, que la contrató a través del programa de capacitación que promueven. Le encargaron realizar las fotografías de dos calendarios de la asociación, tanto en 2024 como en 2025.

La fotógrafa Claudia Carnicer con una muestra de su exposición 'A través de mis ojos' / Rodrigo Abad
Su afición la llevó a estudiar un ciclo de grado superior en iluminación, captación y tratamiento de imagen, además de participar en varios cursos relacionados con la fotografía, en particular el retrato, tanto en Ciudad Real como en Málaga.
Siempre he querido fotografiar el mundo que me rodea, los pequeños momentos de la vida que son fugaces y yo quiero captarlos", Claudia Carnicer
En la conversación, Claudia deja clara su pasión y su forma de trabajar. “Hay que respetar la regla de los tres tercios”, afirma rotunda, porque ayuda a centrar la atención de la persona que ve la foto al tener ese tipo de encuadre.
Usa la cámara más tradicional, pero también el móvil. Captar imágenes se ha convertido en su vida. “Cuando veo algo que me llama la atención del entorno me gusta retratarlo. Siempre he querido fotografiar el mundo que me rodea, los pequeños momentos de la vida son fugaces, duran un pequeño instante, y yo quiero captarlo”.

Extracto de las fotografías de Claudia Carnicer en la exposición 'A través de mis ojos' / Rodrigo Abad
A través de su perfil de Instagram, Claudia comparte fotos de todo lo que le rodea. Le preguntamos por sus preferencias a la hora de captar imágenes: “Me gusta jugar con las emociones en las fotos. Me he dado cuenta de que se me da bastante bien fotografiar a las personas, desde hace dos o tres años más o menos, retratándolas tal y como son realmente”, explica orgullosa por saber captar los sentimientos a través de la cámara.
Su futuro inmediato también pasa por la fotografía. Ya piensa en montar un estudio en casa y especializarse en las instantáneas de recién nacidos, mientras confiesa que también es una apasionada de los videojuegos, concretamente de los de Pokémon. “Me encanta investigar sobre los misterios del mundo que nos rodea y ver películas de ciencia ficción”.
Desde AUTRADE, Eva Bautista, técnico de la asociación, se muestra orgullosa. “Con el apoyo necesario hemos podido conseguir que la afición de Claudia se convierta en un trabajo de verdad, es decir, en un trabajo real”.
En el sistema sanitario público no existe un censo sobre las personas que tienen un diagnóstico de autismo en la región, ya sean niños o adultos"
Según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) una de cada 100 personas en el mundo tiene autismo. Cristina Gómez Palomo, presidenta de la Federación Autismo de Castilla-La Mancha (FACLM), señala que “en Castilla-La Mancha estamos en esa media, una de cada 100 personas está dentro del trastorno del espectro del autismo y es algo que va en aumento”.
Lamenta que en la comunidad autónoma no haya ningún estudio estadístico y sociodemográfico sobre el autismo. “No hemos conseguido hacerlo, ni para cifrar ni para saber cómo está impactando el autismo en Castilla-La Mancha. Ojalá encontráramos dinero para hacer esa investigación”.
“En el sistema sanitario público no existe un censo sobre las personas que tienen un diagnóstico de autismo en la región, ya sean niños o adultos”, abunda. Al menos existe un registro de los alumnos y alumnas escolarizados y diagnosticados.
Las últimas investigaciones, según detallan desde FACLM, revelan que el trastorno del espectro del autismo (TEA) “puede desarrollarse en el propio embarazo, por lo que las personas ya nacen con TEA”.
La presidenta de este colectivo también habla de los llamados casos de “regresión”, en los que, detalla, el niño o niña puede tener un desarrollo de habilidades “más o menos típico” y un lenguaje funcional que puede perderse o desacelerarse a los dos años. Sin embargo, aclara, también puede pasar desapercibido y detectarse en la adolescencia o la edad adulta, según Cristina Gómez Palomo.
Tradicionalmente, se decía que el autismo afectaba más a varones que a mujeres, porque de cada cinco personas con autismo cuatro eran hombres; sin embargo, los científicos aportan evidencias que también desvelan otras cuestiones. “La mujer es la que tiene el trastorno sin discapacidad intelectual, pero que se enmascara y se descubre con la edad. Ahora tenemos a madres que tienen hijos con autismo y se les diagnostica a ellas también en la edad adulta”, expresa Gómez Palomo.