Confirmar su cronología será el paso clave para poder certificar el probable conjunto megalítico hallado en Totanés (Toledo), donde, hasta el momento se han encontrado dos posibles crómlech -dos círculos de piedra de distinto tamaño- y otros dos menhires. En pocos días, el equipo de Cota 667 se pondrá de nuevo manos a la obra para avanzar en el estudio de este conjunto sobre el que no hay constancia de que exista otro parecido en todo el centro peninsular.
Este proyecto, impulsado por el Ayuntamiento de Totanés -un municipio con menos de 400 habitantes-, ha sido uno de los siete yacimientos en la provincia de Toledo priorizados por la Junta de Comunidades para que, en su caso, se pueda llevar a cabo la primera campaña de excavación arqueológica. En ella, se marcan como objetivo documentar el segundo círculo de piedras que encontraron, más pequeño que el primero estudiado el pasado verano, así como los dos posibles menhires, grandes piedras hincadas en el suelo y cercanas a los mencionados monumentos que hacen pensar que forman parte del conjunto.
Según cuenta a este medio Sergio Isabel, uno de los investigadores de Cota 667, en los próximos días comenzarán a excavar los dos posibles crómlech. "Lo más fácil sería que apareciera material arqueológico de épocas pasadas como el neolítico o del principio de las edades de los metales, que confirmaran la cronología de las estructuras. Sería lo ideal pero no siempre aparecen. Como los crómlech no son de enterramiento y no pertenecen al fenómeno funerario, quizá no aparecen -estos elementos".
Uno de los conjunto de referencia más cercanos al de Totanés es el de Évora (Portugal), donde además del crómlech, el conjunto conserva también un dolmen (como una mesa grande de piedra). Tras hacer pensar el verano pasado en un Stonehenge toledano, este estío puede ser el que certifique que la provincia de Toledo acoge el mayor conjunto megalítico del centro peninsular, algo que "sería de mucha importancia para Castilla-La Mancha", dice Sergio Isabel.
¿Cómo podrán certificar su origen?
El investigador apunta que utilizarán diversas técnicas para obtener materiales arqueológicos que analizar y estudiar más tarde para poder dotar el origen de de las estructuras megalíticas. Primero harán flotación con la tierra que irán sacando de los dos círculos de piedras, una actividad en la que podrán recuperar restos de madera o semillas quemadas, incluso restos orgánicos que pueda haber de algún tipo de animal para analizarlos posteriormente en el laboratorio.
Por otro lado, recogerán muestras de los diferentes estratos de la tierra para conocer qué tipo de vegetación había alrededor, ya que quizás en el pasado el paisaje de esta zona era distinto al que le caracteriza actualmente y pudiera estar incluso "vinculado a algún tipo de bosque". Para ello, trabajarán con los pólenes de esos estratos con el objetivo de conocer más sobre el ecosistema de esta zona mediante estudios de palinología que realizará desde el Centro de Investigaciones Científicas (CSIC).
También contarán con una experta en este tipo de piedras para profundizar en el afloramiento granítico en el que se encuentra y el tipo de granito que las componen. "No siempre sacan las piedras de lugares cercanos sino que las traen desde más lejos", precisa también Sergio Isabel como otras de las pruebas que usarán para certificar los crómlech y menhires encontrados.
No descartan encontrar más estructuras
"Lo perfecto sería confirmar si pertenecen al movimiento megalítico o en cambio no podemos hacerlo con el material que aparece. La idea es que a partir de la excavación arqueológica tengamos mucha más información para saber si hay otras estructuras que ahora no vemos en superficie", agrega el representante del equipo que compone Cota 667, quienes trabajarán durante "dos semanas o un mes" en estas excavaciones y, según el material que encuentren en esta fase, se extenderán más o menos en el trabajo de despacho y laboratorio.
Los resultados finales de todo este trabajo se irán conociendo a lo largo del próximo año, cuando podría confirmarse este conjunto megalítico que se encuentra en un terreno privado, a alrededor de un kilómetro y medio del término municipal de Totanés. "La dueña del terreno nos da muchísimas facilidades, así como el Ayuntamiento, que también financia este proyecto y otras actividades didácticas que están haciendo en este espacios y su posible relación con las estrellas", dice Sergio Isabel, que avanza que este año volverán a realizar jornadas en las fechas de las Perseidas o Lágrimas de San Lorenzo -en torno al 10 y el 13 de agosto-.
De esta manera, continuarán divulgando el patrimonio del municipio toledano, que alberga un Berraco de origen ibero situado en en la Plaza Mayor del municipio, un museo de paleontología o una iglesia mudéjar. "Nos gusta tener esa parte didáctica, acercarle a la gente el patrimonio, que no lo vean como algo extraño. La gente del pueblo es responsable de cuidar su patrimonio, por ello es importante hacer que tengan la mayor conciencia posible y que después ellos lo divulguen también", agrega el investigador de Cota 667, recordando la filosofía con la que trabaja este equipo de arqueólogos y doctorandos.